Los sistemas hídricos son complejos, están constituidos por: elementos físicos, organizativos y normativos (derechos y obligaciones relacionados con el uso del agua). La combinación de estos elementos hace funcionar el sistema, su ausencia o problemas de alguno de ellos lleva a problemas de desempeño.
El sistema hídrico lo podemos ver como una estructura que enlaza y conecta la gestión desde el punto de vista del marco institucional, la legislación, las políticas públicas, la economía, la ecología y la cultura para caer a una gestión concreta a nivel local de derechos de agua, su distribución, la organización de las comunidades, infraestructura, operación y mantenimiento.
Pero podríamos decir que a nivel mundial se ha visto el recurso hídrico de forma aislada y como consecuencia de esto los problemas relacionados con el agua se hacen cada vez más visibles en todo el mundo. La escasez generalizada de este recurso, su destrucción gradual, su creciente contaminación, la expansión económica, el crecimiento demográfico, acompañados de los estilos de vida de alto consumo y producción excesiva de residuos han llevado al empleo cada vez mayor de agua.
Por lo que es necesario tener un conocimiento más integral del recurso hídrico para poder conducir los procesos de manejo, aprovechamiento, planeación y administración del agua. La gestión integral del recurso hídrico implica que el territorio y sus pobladores son la parte fundamental de esta.